Berwyn, Illinois (NED).– Sí. Debido a los riesgos graves para la salud asociados al COVID-19 y al hecho de que es posible la reinfección por COVID-19, debe vacunarse más allá de que haya tenido o no la infección por COVID-19. Si recibió tratamiento por síntomas del COVID-19 con anticuerpos monoclonales o plasma de convaleciente, debe esperar 90 días para darse la vacuna contra el COVID-19. Hable con su médico si no sabe con certeza qué tratamientos recibió, o si tiene más preguntas acerca de vacunarse contra el COVID-19.
Todavía los expertos no saben cuánto tiempo dura la protección de una persona una vez que se recupera del COVID-19. La inmunidad que una persona desarrolla después de una infección, llamada “inmunidad natural”, varía según cada persona. Es poco frecuente que una persona que tuvo COVID-19 se vuelva a infectar. También es poco frecuente que las personas que sí se vuelven a infectar por COVID-19 lo hagan dentro de los 90 días de su recuperación de la primera infección. No sabremos cuánto dura la inmunidad generada a través de la vacunación hasta que tengamos más datos sobre cuán bien funcionan las vacunas.
Tanto la inmunidad natural como la inducida por las vacunas son aspectos importantes del COVID-19 que los expertos siguen estudiando, y los CDC mantendrán informado al público a medida que haya más evidencia disponible.
Para protegerse, siga estas recomendaciones:
Use una mascarilla que le cubra la nariz y la boca
Manténgase al menos a 6 pies de distancia de las demás personas
Evite las multitudes
Evite los espacios con poca ventilación
Lávese las manos frecuentemente
Obtenga más información acerca de estas y otras medidas que puede tomar para protegerse y proteger a los demás del COVID-19.
El gobierno federal supervisa un sistema centralizado de pedido, distribución y seguimiento de las vacunas contra el COVID-19. Todos los pedidos de vacunas se hacen a través de los CDC. Los proveedores de servicios de vacunación reciben las vacunas desde la distribuidora centralizada de los CDC o directamente del fabricante de la vacuna.
Hay dos vacunas autorizadas y recomendadas para la prevención del COVID-19 en los Estados Unidos. Hay otras vacunas candidatas contra el COVID-19 en desarrollo, y se están realizando ensayos clínicos en simultáneo con la fabricación a gran escala.
La implementación de la distribución de las vacunas contra el COVID-19 implicó una planificación detallada que contemplara cada instancia del proceso, incluidas:
Crear y probar planes de logística con los fabricantes y socios comerciales que forman parte del sistema centralizado de entrega de las vacunas contra el COVID-19 de los CDC
Coordinar la distribución de las vacunas y los suministros necesarios desde los centros de distribución
Crear procesos para solicitar más dosis de la vacuna una vez enviado el primer suministro
Recibir, almacenar y manipular las vacunas de manera adecuada manteniendo las temperaturas específicas
Decidir quiénes deberían vacunarse primero, de acuerdo con las recomendaciones nacionales, en caso de que no haya una cantidad suficiente de dosis de vacunas para todos
Aplicar las vacunas de manera segura durante una pandemia en curso
Notificar sobre los inventarios, la administración y la seguridad de la vacuna a través de varios sistemas de datos nuevos y mejorados
Ampliar la vigilancia de seguridad a través de la implementación de nuevos sistemas y fuentes de información adicionales y mejorar los sistemas de monitoreo de seguridad existentes
Crear planes para evaluar la efectividad de la vacuna, es decir qué tan efectivas son las vacunas contra el COVID-19 bajo condiciones de la vida real
Garantizar que el público, los proveedores de atención médica y los departamentos de salud estatales y locales y otras agencias reciban comunicaciones oportunas, creíbles y claras acerca de todos los aspectos relacionados con el programa de vacunación.
Una vacuna contra el COVID-19 segura y efectiva es un componente crucial de la estrategia de los Estados Unidos para reducir las enfermedades, hospitalizaciones y muertes relacionadas con el COVID-19. El objetivo del gobierno de los Estados Unidos es contar con suficientes dosis de la vacuna contra el COVID-19 para todas las personas en los Estados Unidos que decidan vacunarse.