Sobre “red skins” e “indios”

Sobre “red skins” e “indios”

Humberto Caspa, Ph.D. – hcletters@yahoo.com

Resulta difícil situarse en el lado de los afectados por una situación de discriminación o un problema de prejuicio.  El problema es más agudo cuando la persona que utiliza prejuicios negativos o estereotipos siente “conscientemente” que no está ocasionando ningún daño.

Daniel Snyder, dueño mayoritario de acciones del equipo de futbol americano “red skins”, desde el momento que compró esta franquicia en 1999, ha pretendido hacer creer que el nombre de “red skins” no contiene ningún significado peyorativo.

Incluso, en una entrevista con Des Bieler de Washington Post, Snyder sugirió que la gente originaria de Norte América “quiere mucho a su equipo [red skins]”

Indudablemente, las palabras de Snyder son mentiras de diversos niveles.  Muchos representantes de los grupos originarios de Norte América se mostraron, en varios momentos, totalmente en desacuerdo con el nombre del equipo de futbol “red skins”.

Este nombre no solamente es un término que ofende a la multitud de etnias nativas de Norteamérica sino también es un concepto que mantiene simbólicamente el maltrato de esta gente por las poblaciones dominantes de Estados Unidos, antes y durante el periodo republicano.

Llamar “red skin” a una persona originaria de este continente es un insulto.  Es como como utilizar la palabra “n” para hacer referencia a una persona afroamericana o utilizar la palabra “indio” para identificar a las poblaciones originarias de América Latina.

Desde el momento que llegaron los españoles a territorio latinoamericano, el término “indio” ha sido utilizado para denigrar el carácter de las personas originarias.  Este término encarna una concepción altamente peyorativa (el de salvajes) de los “conquistadores” españoles.  Por ejemplo, el cronista Bernal Díaz del Castillo describe a los Guanahataveyes (hoy población extinta de Cuba) como unos “indios salvajes”.

Sin ir muy lejos, a inicios del siglo XX de la sociedad boliviana, el “indio” era considerado como una persona que no estaba dotada de voluntad propia, no tenía capacidad de vivir en una estructura política reglamentada por el Estado; se pensaba que no poseía inteligencia y no tenía la habilidad de desarrollarse dentro de sistema educativo moderno.

Uno de los presidentes bolivianos, Bautista Saavedra (1920-1920, 1921-1925), consideró a los “indios” como “una bestia de carga, miserable y abyecta, a la que (sic) no hay que tener compasión y a la que (sic) hay que explotar hasta la inhumanidad y lo vergonzoso”.

En consecuencia, Snyder y los demás dueños de franquicias deportivas que utilizan términos peyorativos para identificar a sus equipos deben sumarse al proceso progresista, anti racista de la sociedad estadounidense.  El cambio de nombre de estos equipos es necesario y urgente para hacer justicia a los grupos originarios del continente.

                Humberto Caspa, Ph.D. es investigador de Economics On The Move.

 

 

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