El pasado sábado, la familia Fernadez se vistió de gala para la boda de Camila Fernández y Francisco Barba, quienes empezaron a escribir su historia de amor hace apenas nueve meses.
A través de las redes sociales se revelaron algunos detalles de la ceremonia religiosa a la que el novio llegó vestido de charro y montado en un hermoso caballo blanco acompañado de algunos amigos y familiares.
Se esperaba también que la novia llegara en una carroza tirada por caballos y adornada de flores, algo que no pasó. Al final, la novia llegó en una camioneta negra junto a su papa, Alejandro Fernádez, y se especuló con que quizá su llegada se programó de esa forma por motivos seguridad y para evitar el acoso de los medios de comunicación.
Sin embargo, y de acuerdo con el periódico Publimetro, las personas encargadas de llevar el carruaje se equivocaron de iglesia y no llegaron a tiempo para dejar a la novia y a su papá a las puertas del recinto.
Afortunadamente, la calandria sí llegó a la iglesia justo cuando estaba terminando la ceremonia y a tiempo para llevar a la recepción a los recién casados a bordo del carruaje.
La misma Camila compartió en una entrevista para Ventaneando su emoción por su boda. En las imágenes que se difundieron en varios medios de comunicación, se pudo apreciar que Camila entró del brazo de su papá, quien, como el resto de los invitados, portó el reglamentario cubrebocas para prevenir el contagio del coronavirus. “El Potrillo”, vestido de charro, como marca la tradición familiar, la tomó del brazo y le dio la bendición antes de entregarla.
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