Humberto Caspa, Ph.D. – hcletters@yahoo.com
Messi solo mide 5,7 pies. De acuerdo a los estándares mundiales de estatura, la “pulga” mágica realmente es pulga, tomando en cuenta que el promedio del porte de los hombres es 5,11 pies.
No obstante, Messi no es un hombre común y corriente. Aparte de ser un crack del futbol, es también un “político” implacable y él no sabe. Acaba de desbaratar a España y, en el proceso, convirtió a Francia en cuna de su nuevo reinado.
Ahora, el nuevo centro del mundo del deporte es Paris. Durante gran parte de la década de 1980 y 1990, Italia fue el epicentro que inicialmente creó Diego Armando Maradona. A él le siguieron otros fenómenos mundiales de menos fama que, sin embargo, mantuvieron a Italia en la cúspide del mundo.
Luego, las figuras de renombre migraron a las ánforas del Real Madrid (Ronaldo, Zidane, Beckham, Cristiano Ronaldo…), y del Barcelona (Ronaldinho, Romario, Rivaldo, Kluivert, Messi…) y España, por obra misma de su diseño, se convirtió en la meca del futbol.
El duelo posterior entre Ronaldo y Messi extendió la polarización política del mundo a los espacios del futbol. Durante el periodo en que estos titanes jugaron frente a frente, los hinchas del mundo se dividieron entre madrilistas y/o barcelonistas.
El clásico español se convirtió en un clásico mundial. Desde Alaska hasta Tierra del Fuego, desde Marruecos hasta Sudáfrica, en los países asiáticos, el Medio y Lejano Oriente, la gente se reunía en tumultos en los bares u organizaban fiestas privadas para ver la contienda de estos monstruos del deporte.
Ahora, todo eso se ha terminado. Ronaldo ya no está en el Madrid desde el 2018. Su partida al Juventus de Turín, no causó el mismo revuelo que hoy vive París, pero indudablemente le acertó la primera estocada al futbol español y Messi le dio el “tiro de gracia”.
La falta de algarabía al fichaje de Ronaldo nos ayuda a entender lo que, por mucho tiempo, los argentinos habían estado divulgando por muchos años. Ronaldo es número dos y Messi siempre fue el jugador más importante de su generación.
No soy un analista deportivo, pero si me interesan las repercusiones que producen estos cambios en la economía de los países.
Durante los próximos dos años que Messi estará vinculado al PSG, el mundo del futbol girará en torno a París. Ahora, es cuestión de que este fenómeno decida, después de su contrato de dos años, migrar a tierras norteamericanas.
No importa si es Miami, Los Ángeles o New York. Si decide venir por aquí no solo será rey sino un revolucionario como Edson Arantes do Nascimento, Pelé.
Humberto Caspa, Ph.D. es investigador de Economics On The Move.
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