La Tierra ante los ojos de Bezos

La Tierra ante los ojos de Bezos

 Humberto Caspa, Ph.D. – hcletters@yahoo.com

Hay un dicho conocido en América Latina: “El que tiene plata, marranea”.  Jeff Bezos, dueño de Washington Post y fundador de Amazon, tiene tanto dinero que no sabe cómo gastar todo lo que acumuló antes y durante la pandemia del Covid-19.

De momento tiene una riqueza personal de más de 204.000 millones de dólares en el “bolsillo”.

Con todo el dinero que tiene, el magnate de Amazon tranquilamente puede pagar, al mismo tiempo, la deuda pública de Paraguay (aproximadamente 9.000 millones de dólares), de Bolivia (alrededor de 23.000 millones), de Perú (más o menos 53.000 millones)  de Ecuador (unos 55.000 millones) y de Uruguay (cerca de 33.000 millones) y le sobraría unos 40.000 millones de dólares para hacer un picnic en Marte.

A Bezos le alcanza para pagar la deuda pública de Argentina (cerca de 209.000 millones de dólares), aunque después de tan inmensa filantropía estaría pidiendo limosna en alguna calle del downtown de New York o de Los Ángeles.

Lo cierto es que Bezos tiene tanto dinero que su reciente aventura en el espacio ha concitado la atención del mundo a través de los medios de comunicación y las redes sociales.

Para quienes creen que la acumulación de la riqueza y los alcances de la individualidad no tiene tener límites, el viaje de Bezos ha sido motivo de elogio.  Mientras que para aquellos que creen en la colectividad y en la justicia social, lo hecho por el magnate de Amazon es criticable.

Puede ser así.  Después de todo el despilfarro ocurrió en un momento en que la población del mundo está pasando por un periodo de crisis de salud y mucha gente está sin trabajo.

Con todo el dinero que gastó en la construcción de su nave espacial se podría haber resuelto problemas reales.  Hay muchas escuelas en los distritos suburbanos que no tienen sistemas computarizados, los estudiantes adolecen de libros y los profesores no cuentan con los utensilios tecnológicos para sobrellevar sus clases.

Sin embargo, el comentario que manifestó Bezos a su regreso después de los 11 minutos en el espacio dice mucho de su capacidad de reflexionar con relación al lugar en donde vivimos: la Tierra.

“Todos los astronautas que han estado en el espacio dicen que [el viaje] los cambia… miran a la Tierra y están algo asombrados y pasmados por su belleza, pero también [están preocupados] por su fragilidad.  Yo puedo dar fe de eso”, dijo.

Muy cierto, la Tierra ya no es como antes.  Hoy se ve más pequeña, más dominada, más vulnerable.  Bezos le dio sustancia a estas palabras.  ¡Hay que preocuparse por nuestra casa!

Humberto Caspa, Ph.D. es investigador de Economics On The Move.

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