Guerra en tiempos de paz  

Guerra en tiempos de paz   

Humberto Caspa, Ph.D. – hcletters@yahoo.com

El conocido estratega militar prusiano, Karl von Clausewitz, definió a la guerra en una de las formas más claras, concretas y contundentes.  En su obra magistral De la Guerra sostuvo que “La guerra es la continuación de la política por otros medios”.

Es decir, la guerra siempre ha existido, incluyendo en momentos de paz; nada más que nosotros no la hemos dado tanta importancia y siempre hemos pensado que vivimos en una sociedad pacífica.

Desde el inicio mismo de la edificación del Estado de la República de Estados Unidos, los norteamericanos hemos estado librando una guerra social-político-ideológica en entre liberalesvsconservadores,grupos tradicionales vs progresistas, republicanos vs demócratas y entre diversos sectores sociales de la sociedad.

Esta guerra ha conllevado, una vez, a un conflicto armado (Guerra Civil de 1861-1865) de consecuencias irreparables para la nación.  Recientemente la sociedad tuvo un momento álgido –6 de enero de 2020—que pudo conllevar a otro siniestro bélico armado.  No fue así, aunque eso no significa que estemos exentos de una guerra armada.

De momento, la guerra ha subsistido en el plano político. Después del ataque terroristas a las torres gemelas en septiembre 11 de 2001, los grupos de la extrema derecha readecuaron sus fuerzas, se organizaron mejor y eventualmente tomaron la dirección del Partido Republicano, declarando una guerra sin cuartel contra el Partido Demócrata, los grupos minoritarios y las poblaciones progresistas.

La nueva vanguardia de la derecha, a través del liderazgo de Donald Trump, se alzó victorias importantes en el campo de la política y en los espacios jurídicos de la nación.   Trump cambio radicalmente la fisonomía de la Corte Suprema de Justicia, en donde los ultra conservadores ahora tienen un dominio asegurado de, por lo menos, veinte años.

Apesar de que la fuerza del eje ultraconservadorfue limitada con la salida de Trump de la Casa Blanca, su fuerza todavía se sigue sintiendo en los congresos locales y en las cortes.

En el estado de North Carolina, por ejemplo, el congreso local abrogó una ley que permitía la interrupción delembarazo hasta los 20 meses.  Con la nueva ley ahora solo se permite hasta los 12 meses.

El gobernador Roy Cooper se opuso al cambio de ley a través de un veto que le provee la constitucional de su estado, pero la super mayoría republicana en el congreso pudo anular su veto, dando inicio a otro proceso reaccionario.

Así, la guerra no solamente la experimentamos en carne propia en un conflicto armado, sino también en periodosde paz.  La guerra política siempre existirá; nada más hay que evitar quese extienda a otros ámbitos.

Humberto Caspa, Ph.D. es investigador de Economics On The Move.

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