Carlos Belgrano
En este preciso instante, ningún referente de Occidente, tiene una remota idea de lo que ha implicado esta misma semana que, un grupo fundamentalista se haya apropiado de un Estado que, a pesar de su maticidad es, en principio soberano.
Y es ante tanta orfandad de hipotetizar acerca de las secuelas que ello implicará no sólo en lo económico, político, logístico o estratégico que me emergen dudas, muchas, todas.
Éstos en concordancia con los del EI, son sunitas, ergo, muchísimo más fanatizados que los chiitas iranios y demás, del todo enervados en imponer el Islam -o más bien, la parte de ese Sagrado Libro- que ellos entienden, interpretó mejor el yerno del Profeta –Alí-que, él mismo.
Los Saudíes, se verán constreñidos a subordinarse a estos, diré, nuevos árbitros del Islam y, con ellos, la mayoría de los Emiratos del Golfo.
Mientras que, en un inesperado giro, hasta no demasiadas semanas atrás, los del Califato, nunca llegaron a adquirir la legitimidad que ahora ostentan quienes se apoderaron de Afganistán.
Y que será coadyuvante para que Turkmenistán, Uzbekistán y una decena de otras naciones ex tributarias de la URSS, se pasen a sus filas.
Con lo que así, regionalizarán un poder sin límites en toda esa periferia de la Eurasia.
Y dentro de un tiempo más, será la caída de Turquía, el escalón o peldaño requirente para, prácticamente, morderle los talones a Europa, en el borde del Bósforo.
Impondrán sus reglas para todos sus súbditos, sin excepciones, ni darán cuartel o los dubitantes.
Pues muy bien, la pre indicada, es simplemente una radiografía en trazos gruesos de lo que implicará ese nuevo Orden Religioso.
Y ¿que tenemos en las antípodas?, digo, cómo para imaginar un cuadro defensa de la NATO y sus socios.
Bueno, en un primer orden ubicaré al viejo Joke Biden, con más las propias pestilencias de su hijo mayor con sus negociados, los supremacistas pro Trump, enfrente y por si no alcanzara, el Black live Maters y sus fuerzas de choque: los Antifa, como los únicos antagonistas de los que repudian a su vez a todos los Demócratas.
A lo que podemos adicionar, una masa burguesa, subsidiada por el gobierno Federal, a tal punto consolidada como una nueva forma de vivir que, torna en muy azaroso para las empresas conseguir personal idóneo.
Y todo esto, sin asignar demasiados quilates, al resto de los no involucrados, gobernados por la auto medicación opiácea, cocaína, drogas sintéticas, y el alcohol que los conducirán, en menos de una década a una mutación en zombis.
En la UE, el ambiente, un poco más recoleto y no tan magnánimo, enfrenta hasta cierto punto, una idéntica decadencia.
En otras palabras, he arribado a la conclusión que, analizando en perspectiva lo que las Sociedades han sido y, desde el comienzo de los tiempos, no es otra que la entronización de los más audaces, pero con la concupiscencia de los tibios y del todo ajenos en oponer resistencias.
Las excepciones que hemos visto en el pasado y que a los Pueblos les facilitó seguir casi ciegamente a sus líderes, de ahora en más jamás volverán a presentarse.
Como ejemplo, vaya éste.
Para 1941, es decir hace ocho décadas atrás, en las riberas interiores del Rhin, los opositores al nazismo habían dejado de existir, porque toda una Nación fue de la creencia que su Führer los llevaría a la victoria, y fue merced a ello que los Alemanes pudieron ocupar toda la península europea, menos la Gran Bretaña por casi un lustro.
Es intrascendente ahora, apuntar la cadena de yerros -uno peor que el anterior-, respecto al desastrado criterio de Hitler, y su megalomanía de haberle declarado la guerra a estos norteamericanos, en solidaridad con un Japón a diez mil millas de sus costas.
Para en lo inmediato, cometer la locura de desafiar a Stalin, porque todo eso y la magnitud de absurdos cuasi suicidas no vienen al caso.
Y quizás, porque lo relevante fue el cómo un humilde, frustrado pintor y extranjero, conquistó el corazón de todos los Germanos, a juzgar por sus primeros pasos, cuando para 1934, visitó Stuttgart y sus plantas de ensamble en Daimler Benz.
Sin ayuda de nadie, subió a un improvisado taburete y comenzó a convocar a todos los operarios que se encontraban en pleno turno y cuando la concurrencia desbordó las instalaciones, les dijo tengo el mismo origen pobre que todos vosotros, y he padecido el mismo hambre que ustedes luego del armisticio, y acaso por ello, siempre los llevaré en mi corazón y entrañas.
Me proyecto al vacío temporal y supongo algo similar por parte de este senil que habita -y muy de momento- la Casa Blanca, para encontrar inimaginable una arenga, siquiera remotamente parecida a la del anterior.
Y, es muy probable que si el Lector, se induce a sí mismo en la catarsis requirente, verá a continuación lo por demás endeble del Primer Mundo y sus responsables conductivos.
Radicándose precisamente en eso, suponer que seremos derrotados por los juramentados que pululan en Oriente Medio.
Y por la irónica pero contundente circunstancia que, los mismos anualizados que, se atiborran en Davos, G7 o demás, carecen de identidad para con sus gobernados, y con los que no han perdido ni unos minutos de sus burócratas existencias, fuese para saber de sus necesidades, temores o inquietudes.
En resumidas cuentas, si todo estalla por los aires, sea por una muy previsible estampida monetaria, o bien sea que por ésta y el añadido de una desobediencia fiscal, o por otras de es mismo género, la cuestión es y será que, este semi hemisferio del Planeta, tiene maldita su suerte y futuro.
Este improvisado y también, desprolijo salpicón de ideas sueltas, es más o menos lo que me impele a concluir que…
EL TALIBÁN ES Y SERÁ MÁS LETAL QUE EL SARS.
Leave a comment