El hombre más peligroso del mundo

El hombre más peligroso del mundo

Humberto Caspa, Ph.D. – hcletters@yahoo.com

Mary Trump, sobrina del actual presidente, no recordó “cómo su familia había creado al hombre más peligroso del mundo”.  Del mismo modo y en varias columnas publicadas en este periódico yo también anuncié el riesgo que significaba tener a Trump en la Casa Blanca.

Seamos justos.  No solamente fue Mary Trump o mi persona quienes vaticinamos el peligro de Trump en el gobierno norteamericano, sino miles de escritores y analistas políticos alrededor del mundo.  Todos han coincido que este personaje ha debilitado la institucionalidad del sistema político de nuestro país.

Si es que Trump hubiese estado dirigiendo cualquier país en América Latina, queda claro que, en este momento, ya se hubiera erigido otra de las tantas dictaduras que abundaron en el periodo del caudillismo (1830-1860) o durante las dictaduras militares de los 1960s y 1970s.

Lo mismo hubiese sucedido si Trump hubiese estado gobernando cualquier país de Asia o del Medio o Lejano Oriente.  Y si Trump estuviera al frente de cualquier país en África, seguramente estuviéramos viendo una de las tiranías más feroces de la historia de este continente y de la humanidad.

En una de mis columnas yo ya lo comparé con el “legendario” líder de la droga de Colombia, Pablo Escobar.  Es que se parecen tanto en la forma cómo actúan estos dos personajes.  A Escobar no le importó matar y hacer matar con tal de llevar a cabo sus objetivos sanguinarios.

Del mismo modo, a Trump no le ha importado que miles de personas se murieran por la pandemia del Covid-19.  Ocultó al pueblo norteamericano la verdad de los efectos de este virus y lo letal que es una vez que se apropia del sistema respiratorio.

Durante su campaña política, Trump prácticamente dio “luz verde” para que millones de personas se contagiaran con este mal.  De esa cantidad de personas, ya son miles los que ya no están con nosotros.

La verdad sea dicha.  Si Estados Unidos ha podido aguantar al abuso de este personaje es porque sus instituciones políticas son estables.  Sin embargo, esta institucionalidad prodigiosa tiene sus límites.

Si es que el presidente electo Joe Biden y la comunidad democrática de nuestro país no logran hacer a un lado el espectro de Trump de la Casa Blanca, es posible que seamos testigos, a corto plazo, de un enfrentamiento bélico interno entre las voces democráticas y aquellos grupos que buscan el liderazgo de un líder dictatorial.

Ahora todo depende de las Fuerzas Armadas de la nación hacer respetar el proceso democrático y la victoria de Biden.   De lo contrario estaríamos al frente de una verdadera tragedia nacional sin precedentes.

                Humberto Caspa, Ph.D. es investigador de Economics On The Move.

 

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