Humberto Caspa, Ph.D. – hcletters@yahoo.com
¿Existe la política internacional? Fue una pregunta que formuló mi profesor al inicio de una clase del área de Relaciones Internacionales en la Universidad de California Irvine, donde tuve la oportunidad de estudiar los primeros años de mi vida académica y donde también trabajé como docente universitario después de haber concluido mi educación de posgrado.
Si tomamos en cuenta el término “Política” dentro de un contexto de Estado (México, Estados Unidos, Colombia, China, etc.) y la conceptualizamos en su forma más elemental, entonces podríamos concluir que la Política es la pugna por el poder por parte de personas y grupos organizados y no-organizados que buscan plasmar sus intereses.
El “poder”, en este sentido, es entendido como el gobierno del Estado, el cual, en un sistema democrático como el nuestro, está compuesto por el poder ejecutivo, legislativo y judicial.
El gobierno, a través de sus diversas instituciones, genera normas y tiene un aparato jurídico-policial que permite que esas normas sean de obligatorio cumplimiento. Así, podemos definir escuetamente que el “poder” es la capacidad de ejercer control y dominación a través de diversos métodos.
Ahora bien, si tratamos de extender el término de Política a un contexto mundial, su entendimiento no es muy claro, hasta resulta un tanto difuso debido a que no existe, en el mundo, un gobierno que regule las acciones y el comportamiento de los estados.
Algunos piensan que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es una entidad con características de una entidad mundial. A pesar que la ONU aglomera a todos los países del mundo, esta organización no goza de un aparato de coacción, el cual puede, en un momento dado, exigir a los estados cumplir sus resoluciones. Algunos estados cumplen; otros no.
Entonces, no existe un gobierno del mundo; sin embargo, la política internacional ha existido desde la formación de los estados. Es decir, hay una pugna política por el poder en el mundo. Y ese poder, se entiende precisamente como capacidad de controlar y dominar el Sistema Internacional por medio de diversos métodos.
Rusia quiso, a través de la invasión a Ucrania, agrandar su radio de dominación y quiso, al mismo tiempo, restar el poder que ejerce Estados Unidos sobre el Sistema Internacional.
Esta Política ha sido un verdadero fracaso para Rusia. En vez de incrementar su poder sobre el mundo, más bien la redujo; en vez de disminuir el poder de Estados Unidos, lo que hizo es aumentarla.
La nueva membresía de Suecia y Finlandia en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) es prueba clara del fracaso de la política internacional de Rusia.
Humberto Caspa, Ph.D. es investigador de Economics On The Move.
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