Configuración de una nueva población electoral nacional

Configuración de una nueva población electoral nacional

Humberto Caspa, Ph.D. – hcletters@yahoo.com

La población electoral está cambiante si tomamos como punto de referencia el año 2004, cuando existía 33% de votantes que decían ser demócratas y 31% republicanos.  Hoy, de acuerdo a la encuestadora Gallup, las personas afiliadas a la independencia política es prácticamente 50% comparado con 31% de 2004.

Estos nuevos resultados nos indican que la población votante se ubica en el centro del espectro político del país.  La mayoría de los que votan no pertenecen a un lado ni al otro, tampoco son de arriba o de abajo.  Es una población errática, casi indescifrable, fácilmente alterable, que puede causar problemas a cualquiera de los dos partidos políticos, pero el más vulnerable es el Partido Republicano.

Debido a que la misma encuesta sugiere que son las nuevas generaciones (Gen X y millennials) quienes han alterado el espectro político estadounidense, se puede asumir que la agenda de esta población es relativamente progresista que conservadora, mas pagana que religiosa, mas propensa a movilizarse de un lugar a otro, menos frecuente a establecerse de manera sólida en una residencia, entre otros aspectos.

Asimismo, las políticas o proyectos que esta nueva población de votantes se inclina por la defensa al medio ambiente, al derecho de los animales, los derechos humanos, la paz mundial, no a la guerra, igualdad de género.

Empero, también podemos ubicarlos como inclinados a defender a la iniciativa privada, pero también se oponen a la concentración del poder económico en pocas manos. Finalmente, a pesar de que muchos son escépticos de la religión, la posición de esta gente en torno a este tema es a menudo de respeto e independencia.

¿Qué tan difícil sería para Donald Trump convencer a esta población en dado caso de que gane las elecciones primarias y se convierta en el candidato del Partido Republicano?  Muy difícil.

Trump encarna la mayoría de los aspectos negativos que esta nueva generación repudia.  Su personalidad autocrática, su egocentrismo y su falta de ética son elementos que no son características de esta nueva generación.

Ron DeSantis, por el contrario, tendría más efecto debido a su edad y a la propuesta económica que implementó durante la pandemia del covid-19 en el estado de Florida, pero su estricto aferramiento a grupos religiosos y su altercado con Disney le restarían apoyo.

En este sentido, la nueva población electoral nacional beneficiaría las aspiraciones de Joe Biden de mantenerse en la Casa Blanca por otros cuatro años.

Humberto Caspa, Ph.D. es investigador de Economics On The Move.

 

 

 

 

 

 

 

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